Hoy me siento rara, no triste, ni decepcionada; más bien sola, no sé por que.
Quiero ir a tomarme un café pero no se me ocurre nadie a quien invitar.
Hoy no tengo ganas de platicar cosas estúpidas, cotidianidades.
Tengo ganas de tener una platica profunda sobre el amor, la vida, la muerte, yo que sé. Pero desafortnadamente las pocas personas con las que puedo platicar en dias así no están.
Iré a tomar un café tan sólo acompañada de mi álter ego.
Así comienzan las platicas profundas; creo.
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