Me gusta tu sonrisa
Me gustan tus labios que muero por besar
Me gusta platicar contigo
Me gusta tu risa
Me gusta que me envies mensajes sin motivo
Me gustan tus manos que anhelo entrelazar
Me gustan tus ojos y cómo me veian la otra noche
Me gusta como te vistes
Me gustaria poder caminar tomados de la mano
Me gusta sonreir cada vez que pienso en ti
Me gustan tus ideas
Me gusta tu olor
Me gustan tus planes
Me gustaria tanto abrazarte
Me gustaste desde el primer segundo que te vi
Me gusta estar horas y horas platicando por msn, cual niños de secundaria
para mi eres perfecto.
pero tal vez lo que más me gusta es que jamás podremos estar juntos.
El
Era un dia soleado, aunque hacia frio. Ella estaba sentada en el piso, observando un torneo de futbol, todo transcurría normalmente, platicaba con sus amigas, reía y en ratitos observaba el juego, hasta que de pronto todo quedo en pausa: un chico de unos veintitantos estaba tomando fotografías a los jugadores y al evento en sí, cuando enfoco su nikon hacia donde se encontraba ella. No sabía qué hacer… pero posó con sus amigas y le regalo una gran sonrisa. -¿Quién es él?- preguntó ella. -¿apoco no lo habías visto?, está en noveno- contestaron ellas con cierta indiferencia y siguieron en su plática. No se dieron cuenta de que a ella se le había paralizado el corazón.
Durante toda la mañana ella lo observo, era perfecto. Alto, cabello castaño y un poco despeinado, labios totalmente deseables y llevaba puesta la playera de su equipo favorito, eso le daba un plus. El cumplía a detalle todas las exigencias que ella había puesto a su “hombre ideal “, no podía dejar de analizarlo, y se propuso llegar a hablarle algún día.
No paso mucho tiempo para que ese día llegara.
Esa noche ella y sus amigas salieron, no tenían claro a donde ir, tal vez un antro, o un bar, al final optaron por ir a un karaoke-bar. Estaban en su mesa y comenzaron a pedir algunas bebidas, y cantaron; no pasaron muchos minutos hasta que del otro lado del bar se escucharon varios gritos exaltados: -gooooooooool!!- . Ella se apresuro a ir aquella parte del bar, a esa hora jugaba su equipo favorito, y pensó que tal vez eran los autores de ese gol.
Cuando entró, algo la cautivó: la figura del mismo hombre alto y atractivo del partido se encontraba ahí, frente a ella. Desde luego que el no la notó. Ella regreso con sus amigas, unos minutos después se dirigieron a la zona del bar donde estaba el, ahí había una rockola y todos cantaban. Todos en esa zona estaban bailando mientras que ella solo pensaba en hablar con él.
–es ahora o nunca- pensó. Entonces comenzó a platicar con él, ya saben cosas cotidianas… lo que se le pregunta a un extraño. Conversaron toda la noche, compartían los mismos intereses, tenían los mismos puntos de vista, congeniaban en su totalidad. El se acercaba y ella retrocedía, a pesar que se moría por sentir sus labios. Estuvieron tan cerca….
Todo marchaba bien, entre risas y coqueteo, ella preguntó si él tenía novia, contesto que sí. No hubo decepción, ella también tenía novio.
Llegaron sus amigas y le informaron que debían irse. Ella, que siempre había sido fiel y nunca había tenido ojos para alguien más que no fuera su novio, estaba pensando seriamente en besarlo. Llego la hora de despedirse, y sus amigas estaban viéndolos, ella esperaba que se fueran, para así llevar a cabo su plan, pero nunca se fueron.
-Me tengo que ir- le dijo al oído, entonces se dieron un beso de despedida, en la mejilla, claro.
Ella hubiera deseado con todo el corazón que aquel beso hubiera sido en los labios; los días siguientes no podía sacarlo de su mente, siguieron en contacto y platicaban hasta altas horas de la noche. Lo seguía viendo en la escuela, y le siguió pareciendo ridículamente atractivo.
Aunque sus platicas por internet eran divertidas y largas, ella lo evitaba al verlo en la escuela.
Poco después se entero que él también sintió algo aquella noche. A pesar de esto, ella se alejó de él, ya que podía ver que amaba demasiado a su novia, él es tan atento, cariñoso y detallista….
Ella sigue en la espera de un beso.
Durante toda la mañana ella lo observo, era perfecto. Alto, cabello castaño y un poco despeinado, labios totalmente deseables y llevaba puesta la playera de su equipo favorito, eso le daba un plus. El cumplía a detalle todas las exigencias que ella había puesto a su “hombre ideal “, no podía dejar de analizarlo, y se propuso llegar a hablarle algún día.
No paso mucho tiempo para que ese día llegara.
Esa noche ella y sus amigas salieron, no tenían claro a donde ir, tal vez un antro, o un bar, al final optaron por ir a un karaoke-bar. Estaban en su mesa y comenzaron a pedir algunas bebidas, y cantaron; no pasaron muchos minutos hasta que del otro lado del bar se escucharon varios gritos exaltados: -gooooooooool!!- . Ella se apresuro a ir aquella parte del bar, a esa hora jugaba su equipo favorito, y pensó que tal vez eran los autores de ese gol.
Cuando entró, algo la cautivó: la figura del mismo hombre alto y atractivo del partido se encontraba ahí, frente a ella. Desde luego que el no la notó. Ella regreso con sus amigas, unos minutos después se dirigieron a la zona del bar donde estaba el, ahí había una rockola y todos cantaban. Todos en esa zona estaban bailando mientras que ella solo pensaba en hablar con él.
–es ahora o nunca- pensó. Entonces comenzó a platicar con él, ya saben cosas cotidianas… lo que se le pregunta a un extraño. Conversaron toda la noche, compartían los mismos intereses, tenían los mismos puntos de vista, congeniaban en su totalidad. El se acercaba y ella retrocedía, a pesar que se moría por sentir sus labios. Estuvieron tan cerca….
Todo marchaba bien, entre risas y coqueteo, ella preguntó si él tenía novia, contesto que sí. No hubo decepción, ella también tenía novio.
Llegaron sus amigas y le informaron que debían irse. Ella, que siempre había sido fiel y nunca había tenido ojos para alguien más que no fuera su novio, estaba pensando seriamente en besarlo. Llego la hora de despedirse, y sus amigas estaban viéndolos, ella esperaba que se fueran, para así llevar a cabo su plan, pero nunca se fueron.
-Me tengo que ir- le dijo al oído, entonces se dieron un beso de despedida, en la mejilla, claro.
Ella hubiera deseado con todo el corazón que aquel beso hubiera sido en los labios; los días siguientes no podía sacarlo de su mente, siguieron en contacto y platicaban hasta altas horas de la noche. Lo seguía viendo en la escuela, y le siguió pareciendo ridículamente atractivo.
Aunque sus platicas por internet eran divertidas y largas, ella lo evitaba al verlo en la escuela.
Poco después se entero que él también sintió algo aquella noche. A pesar de esto, ella se alejó de él, ya que podía ver que amaba demasiado a su novia, él es tan atento, cariñoso y detallista….
Ella sigue en la espera de un beso.
