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Ya lo sabía

Estoy escribiendo esto mientras fumo un cigarrillo, yo que me había jurado nunca fumar.
Las cosas han cambiado, y hoy oficialmente me rindo, al menos por un tiempo.
Han habido un par de decepciones amorosas en los últimos meses, cuando piensas que va a llegar alguien a salvarte resulta peor que el anterior.
Después de tantos años creí que por fin era nuestro tiempo, que el todo se había alineado a la perfección para que esto ocurriera, y todo iba bien, hasta hoy.
Te vi escribiendo en tu celular, no sé con quien hablabas, pero tenías esa sonrisa, ya sabes, la sonrisa de alguien enamorado, la sonrisa que tengo cuando te contesto los mensajes. Entonces lo supe, no eras mío, nunca lo fuiste y  nunca lo serás.
Es duro saber esto cuando creías que estabas destinado a esa persona, sé que cualquier persona que lea esto dirá que mis conclusiones han sido demasiado precipitadas, pero créanme, sé de que estoy hablando.
En fin, creo que mi tiempo a solas se prolongará.


01:50

Que difícil es entender a las mujeres, y aún más difícil tratar de entenderte a ti misma. No se sí a los hombres les pasa que sienten mil cosas, piensan de 100 formas diferentes y analizan de más... Mejor dicho, no se sí a alguien más le pasa; pero tengan por seguro que a mi si, la mayoría de las veces. Es la 01:41 am, la batería esta por terminarse, a esta hora ya no encuentras a casi nadie en el chat de Facebook, a nadie que entienda las estupideces que deseas decir a la 01:41. Enviar un mensaje a alguien?, no, es muy tarde, además como ya dije, no se bien lo que siento. Sólo quiero llorar.
Es como si lo que tienes es perfecto, y es por eso que no puede ser, debe haber algo mal, hay algo que no se. O tal vez no.
Ven como es confuso, ni yo lo entiendo.
Problemas de confianza, eso es.
Hay cosas por las cuales no debería preocuparme pero ahí están, siempre, recordandomelo.
Sólo tengo 21, hay tantas cosas por las cuales estar alegre, y yo se que me esperan cosas buenas, pero a veces me hace falta creérmelo. Es como si un par de meses tuviera la chispa, el entusiasmo, y luego, de pronto, por un pequeño detalle, una simple conversación y una gran capacidad para armar situaciones en mi cabeza, todo se derrumba.
Aquí tampoco hay personas que entiendan lo que pasa a las ahora 01:49 de la mañana

Aquel encuentro...


Él llego puntual, ella temblaba de miedo, de nervios, de amor. 
Esteban se encontraba al otro lado de la calle, Lizeth logro descifrar el perímetro de su cuerpo entre la oscuridad de la noche. El parecía confundido, tratando de encontrarla.
-Hola!- gritó Lizeth. Por fin se vieron, sin verse.

Los dos caminaban en aceras distintas, de manera paralela hasta llegar al final de la calle.
No hubo saludo formal ni beso en la mejilla que diera inicio a aquel encuentro.
El plan era visitar algún bar, o algún café en búsqueda de una platica amena y sonrisas pretenciosas.
Hacia meses que no se veían, pero siempre que estaban frente a frente existía una fuerza magnética mas potente que la gravedad.
Caminaron por el centro de la ciudad, guardando distancia, contándose secretos con la mirada, diciendose cosas que sus labios no podrían pronunciar.
Rieron como nunca antes, la fuerza de atracción orillaba a lizeth a unir sus labios con los de Esteban bajo los faroles de la plaza; pero ella tenía demasiado autocontrol, y besarlo seria prácticamente un suicidio. La pondría en evidencia.

Las calles lucían solitarias, era casi de madrugada y ningún establecimiento se encontraba disponible para albergar sus deseos de miraditas coquetas.
Lizeth propuso ir a su casa, llevar a cabo su plan bajo sus reglas.
Llegaron y se sentaron en el sofá, encendieron el televisor y decidieron ver una película.

Maldita primavera

Una vez más la amargura me invade, ahora con más fuerza.
Nunca les ha pasado que el clima te recuerda a un momento específico? Pues eso me esta pasando.
Si pudiera volver un año atrás me diría lo loca que estoy al tomar esa decisión que me sigue oprimiendo; no voy a negar que estoy en un estado de felicidad relativa, pero en ocasiones como ésta recuerdo la amargura que se encuentra dentro de mi.
Un año parece un tiempo considerable para perdonar, pero cómo pretendo perdonar, perdonarme si aún no supero las cosas que sucedieron tres años atrás.
El comienzo de la calidez en el ambiente, los protocolos de semana santa, la soledad, todo me transporta a aquellos dias. Fui muy infeliz esos cuatro dias, lo mas infeliz que se puede ser y después de la nada apareces como si nada hubiese pasado, y yo finjo que nada ha pasado; y ya pasó un año.
Supongo que nunca habrá un perdón absoluto mientras sigan habiendo primaveras, vacaciones de semana santa y lágrimas por derramar....
Y sí. Tal vez lo cambiaría a pesar de los meses infelices, porque aún siguen habiendo días infelices.

Miguel Auza

Si tuviera que citar, de todos los lugares que he visitado a lo largo de mi vida, aquel que fuese mi favorito, sería, sin duda, la plazuela Miguel Auza.
Para la mayoría de los zacatecanos esta pequeña plaza no representa nada, no es un atractivo turístico como la Bufa, la catedral o el museo Pedro Coronel; sólo se trata de un lugar sin importancia.
En ocasiones he llegado a preguntarme cómo es que me enamoré de este lugar, o cuándo fue la primera vez que lo visité, y la verdad no tengo la menor idea.
Lo cierto, es que cuando estoy ahí, sentada en una de sus bancas de madera, me siento tranquila y relajada. No sé exactamente cuáles son los motivos, si su piso empedrado, los pequeños árboles, la armonía de colores en las casas -o establecimientos- ahí situados, pero hay algo mágico en aquel conjunto.
Ya sea día, tarde o noche siempre tiene su encanto, a mi parecer luce como un lugar antiguo, remoto, a pesar de sus prácticamente nuevas bancas y jardineras de madera.
Frecuentemente  vienen a mi las interrogantes que tal vez muchos nos hacemos al ver un lugar con tanta historia. ¿Cuántas cosas han sucedido ahí?, me refiero a eventos ordinarios, ¿Cuántas parejas han caminado por ese lugar tomadas de la mano?, ¿Cómo lucia décadas atrás?, ¿Alguna vez alguien se habrá sentido fascinado como lo estoy cada vez que la admiro?, ¿O seré la primera loca que pone tanto empeño en la descripción de una simple plaza?.
Existe un ambiente romántico, sentarse al lado de la persona que amas hace la experiencia aún más disfrutable.
Incluso los menos cursis no pueden resistirse al ver a las parejas mayores los miércoles de danzón, es casi como una obra de teatro con un escenario perfecto.
Tal vez asocio tantos sentimientos con un lugar común, porque ahí he experimentado amor, enojos, pláticas divertidas con amigos, y qué decir de tomar un café en el Dalí, o una copa de vino en el 3 catorce.
Esa placita me ha visto reír, llorar, anhelar, esperar, en fin...
Espero que cien años después, aún siga habiendo alguien que aprecie su belleza y viva en ella experiencias tan memorables como las que me han sucedido hasta ahora.

La última

Esta será la última vez que me verás.
Una frase corta, contundente y directa.
Aquella fría madrugada dicha frase fue mencionada, sin intención de que fuera tomada en serio.

Dos años habían pasado, desde la primera vez que sus ojos se cruzaron, y desde ese instante hubo una complicidad difícil de describir en estas líneas. Su amor -o como se le pueda llamar a lo sucedido entre ellos-  era incorrecto, no debería ser. Pero bien dicen que los amores prohibidos son los mas tercos.
Conforme pasaban los meses la intensidad de sus encuentros aumentaban. Y eso la asustaba, ella no quería enamorarse.

¿Enamorarse? ¿Acaso ya mencioné los dos años de miraditas, una decena de besos, y las pláticas nocturnas.?

Sí, querido lector, ella aún no lo amaba. Suena ilógico que aquella insistencia que duró un par de años no haya terminado en amor, pero así pasó, él no la amaba, ni ella lo amaba a él.

Sus encuentros no tenían sentido, no eran tampoco encuentros de sexo casual, como se podría llegar a pensar, de hecho nunca había sucedido nada pasional entre los dos. ¿Entonces qué sentido tenía que se vieran? Este razonamiento fue el que orillo a ella a pronunciar la frase bajo una noche estrellada y fría.

El se negaba, la abrazaba. Ella no podía negar que le gustaban sus abrazos y la negativa de la petición. Pero así tenía que ser, tenía que terminar, aunque le doliera el pecho y se obligara a exterminar las mariposas en su interior.

Llegó el momento de la despedida, ella estaba convencida que no habría más besos ni nada de lo que fue, pero el se acercó y le pidió que aquello no terminara.



Ambigüedades

Me da un poco de nostalgia darme cuenta que mi facilidad para escribir ha huido de mi, no tengo idea de porqué, pero leyendo cosas pasadas noté que no tengo motivacion para hacerlo. Mis dedos fueron perdiendo el sentido poco a poco.

 Pero como explico que nació en mi la inquietud de escribir sobre ti. El problema es que no puedo plasmarte en estas líneas porque estaría mal. Estuvo mal, pero bien, muy bien.

 Pido disculpas a aquel lector que no comprenda estas ambigüedades, pero presiento que ya en estos tiempos nadie pasa por aquí, así que este blog es utilizado como un diario (publico) personal.

 La mañana de hoy fue algo distinta, la chispa que había muerto en mí y no me visitaba hace tantos años volvió. Y me dio miedo -mucho-. Necesitaba eso, cantar como una loca sin sentido, sonreír sin poder evitarlo, ustedes sabrán a que me refiero. Bailar canciones cursis en la habitación, hablar y hablar sobre -él- tema.

 No se que rumbo debo de seguir.

Es sumamente complicado, y se vuelve aun más complicado ante la imposibilidad de escribir-te.
Hola! Por azares del destino has llegado a este blog. Aqui podrás leer anecdotas personales e historias que a veces pasan por mi cabeza.
Disfruta cada línea (:
 
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